El conocimiento del objeto en todos sus aspectos es concreto, en tanto que el de un solo aspecto es abstracto. Lo lógico y lo histórico forman una unidad, pero son idénticos; coinciden en lo fundamental en lo esencial. Lo concreto-sensible es el punto de arranque en el conocimiento.
Lo histórico es el primario, lo lógico, lo derivado. La historia no sigue a la lógica, sino que es esta la que refleja los jalones fundamentales de la historia. En el proceso de desarrollo de un objeto se dan casualidades, zigzags, desviaciones en uno u otro sentido con respecto a la vía fundamental. Lo lógico no repite lo histórico en todos sus detalles, si no que se reproducen en forma de abstracciones lo más importante, lo que constituye su esencia, basándose para ello en el estudio de toda la riqueza del proceso real de devenir.